Matko Koljatic

El problema de los quintiles

Esta la posibilidad de hacer un cambio histórico en el sistema de educación superior chileno...

Por: Matko Koljatic | Publicado: Jueves 24 de noviembre de 2011 a las 05:00 hrs.
  • T+
  • T-

Compartir

Matko Koljatic

Matko Koljatic

Esta la posibilidad de hacer un cambio histórico en el sistema de educación superior chileno. Eso pasa por la aprobación del ítem de educación superior en el Congreso del Presupuesto 2012, que tiene su énfasis en un aumento sustancial de los recursos estatales para becas.



La idea que sustenta este aumento presupuestario es correcta. Una política de becas para los estudiantes meritorios de los quintiles inferiores de ingresos puede ser justificada en términos de una mayor igualación de oportunidades y una mayor equidad. Las becas fomentan el que los estudiantes provenientes de sectores más pobres de la población efectivamente postulen a la educación terciaria y estudien. Por lo mismo, las becas promueven la movilidad social, disminuyen las brechas socioeconómicas, aumentan la cohesión social y en último término mejoran la competitividad del país.

Sin embargo, pienso que se corre el riesgo que este cambio histórico no se entienda, por la población en general, como lo que es. Esto es grave, dado que las demandas de la ‘gente’ aparecerían como insatisfechas, cuando realmente, se están comenzando a satisfacer. En parte importante, ello se debe, en mi opinión, a un problema comunicacional en que se habla ‘en difícil’, al utilizarse términos que la población simplemente no conoce o no entiende y en parte, por cierto purismo académico en la formulación de las propuestas.

Veamos, primero, el tema comunicacional. Considere por ejemplo, el uso del término quintil. Este término es crucial en la formulación de las políticas de becas y ha sido utilizado profusamente. Sospecho, sin embargo, que los que entienden este concepto estadístico son un porcentaje mínimo de la población y por lo mismo, debería ser reemplazado por otro concepto que la población entienda.

Supongamos que en vez de hablar de los dos primeros quintiles se hablara que tendrán gratuidad ‘todos los estudiantes provenientes de los liceos fiscales’. Si se implementa una política de becas para los dos primeros quintiles, el 40% de la población, numerosos estudios muestran que ese parámetro coincide más o menos exactamente con los egresados de la enseñanza media provenientes de los liceos fiscales. Para la población sería fácil entender que los estudiantes de los liceos fiscales tendrán gratuidad al estudiar en la universidad.

La pregunta que surge, entonces, es porqué no se ofrece, derechamente, educación gratuita en la universidad a los estudiantes de los liceos fiscales. En esto, pienso surge el segundo problema, el purismo académico. No se quiere becar a estudiantes que no provengan de los quintiles más pobres. Por ello, se utilizan alambicados sistemas de filtro, en base a fichas socioeconómicas, para evitar que se cuele algún estudiante de familias de más ingresos en el sistema de becas. Más allá de los posibles errores que deben existir en el filtro, con lo que estudiantes con más recursos se deben colar igual, ¿no sería preferible un sistema simple en que si el alumno proviene de un liceo fiscal, obtiene una beca? Eso lo entiende cualquiera y mostraría que se esta avanzando decididamente hacia la gratuidad en la educación, una posición que es hoy mayoritaria en la población.

En la solución que se busca para la clase media, se esta planteando una combinación de becas y créditos. Esta idea también es lógica, bajo la premisa que la educación superior es una actividad con rentabilidad privada, con lo que los beneficiarios deberían poder pagar diferidamente el costo de los estudios. En ello, también se puede seguir una formula simple, como ha sido propuesto por expertos en el tema, por la cual a los estudiantes provenientes de los establecimientos particulares subvencionados con financiamiento compartido, prácticamente todos de clase media, el Estado les financie los dos primeros años de estudio a través de una beca, mientras que el resto del período de estudios se financia con un crédito contingente al ingreso. Ello representa ventajas de asignación y funcionamiento del sistema y es fácil de comunicar. Nuevamente, se estaría dando una señal clara a la población que se esta avanzando en la solución de sus problemas.

Lo más leído